Lo cerca que estuvo la BSO de «Flash Gordon» de Queen de no ver la luz

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En el 45º aniversario de «Flash Gordon», rescatamos unas impactantes declaraciones de Howard Blake. El arreglista orquestal de la BSO del film, además de recordar divertidas anécdotas con Freddie Mercury y Brian May, declaró que aquella experiencia estuvo a punto de costarle la vida.

El 8 de Diciembre de 1980, hace 45 años, Queen publicaba el álbum de «Flash Gordon». Pero pocos saben que la icónica BSO del film estuvo muy cerca de no ver la luz. Así lo recordaba su arreglista orquestal, Howard Blake, en una entrevista realizada al youtuber Daniel Sarkissian:

» Mi colaboración con Queen es el resultado de una historia muy emotiva. Los estudios de Universal Pictures solicitaron mi ayuda porque estaban grabando el film «Flash Gordon», presupuestado en 50 millones de dólares, y se había contratado a Queen para su BSO. La película era una producción de Dino de Laurentis, quien me comentó que el asistente de grabación del grupo, por alguna razón, no era capaz de grabar más de un minuto de las partituras de la película.

Dino había contratado a La Royal Philarmonic Orchestra (RPO), para dos semanas. Y las grabaciones empezaron el día anterior, sin tener nada que reproducir. Así que me suplicó que escribiera unas partituras para el film, en quince días. Yo le dije que me llevaría al menos 4 semanas, escribir la cantidad de música necesaria (unos 90 minutos). Pero después de unas duras negociaciones, me convencieron a cambio de ofrecerme 3 semanas de plazo.

Más tarde, me encontré con los 4 miembros de Queen. Brian May me comentó que tenía un par de pistas, donde yo podría colaborar. Y Freddie Mercury me pidió que escuchara un tema que él compuso.

Flash Gordon

Así que comencé a trabajar. Pero entre una cosa y otra, el tiempo se redujo más de una semana. Otra dificultad fue el tener que incluir varias pistas de guitarra y la canción ‘Flash’, dentro de mi partitura a gran escala, para una orquesta de 80 músicos que tocarían delante de la RPO. Nunca me había encontrado en una situación tan catastrófica en toda mi vida, trabajando con una película importante.

Una peligrosa y complicada tarea

En esa época, vivía al lado del río Támesis, en un lugar llamado Mortlake. Y tuve que escribir toda la BSO, en 10 días. Unas 70 partituras orquestales, compuestas a toda velocidad. Y los conservo aquí, en mi casa, los manuscritos originales de todas las partituras. En ellas, utilicé varios instrumentos: flautas, clarinetes, trompetas de cuerno, trombones, piano, percusión a ritmo de palpitación cardíaca, violines… Y también había partituras repletas de sintetizadores.

Como tenía que acabarlo ya, me pasé los últimos 4 días sin dormir (algo muy peligroso para la salud). Y logré terminarlo de alguna forma, sobre las 5 am del domingo, en el plazo acordado. Así que el lunes regresé al estudio y realicé las sesiones de grabación con Dino y Queen, durante 3 días. El grupo estaba muy emocionado con el resultado final y yo me encontraba de maravilla. Pero después, regresé a casa y caí redondo por todo el cansancio acumulado.

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Queen durante las sesiones de grabación del álbum ‘Flash Gordon’ en Londres en octubre de 1980.

Por otra parte, mi esposa se había ido de casa con mis dos hijos al finalizar mi primer día de composición, agobiada por las interminables llamadas telefónicas y las continuas idas y venidas de mensajeros en bicicleta. Ella había regresado el sábado, pensando que yo me habría ido a Francia el jueves. De hecho, me encontró en la cama porque llevaba 3 días durmiendo, sin poder levantarme. Entonces mi mujer llamó a un médico, y este me inyectó algo para despertarme.

El doctor me dijo que podía no haberme despertado nunca, al sufrir de bronquitis crónica, debido al agotamiento total. De alguna forma, logré recuperarme y todo el equipo de grabación quedó satisfecho con el resultado final. Después, descubriría que gran parte de mi música de fondo había sido reemplazada por música hecha por sintetizador. Lo que supuso una decepción.

El tímido beso de Freddie

A pesar de que Flash Gordon y Queen pudieron acabar conmigo, la experiencia con el grupo fue buena.  Me llevaba muy bien con Freddie. Y me dijo lo siguiente sobre la pieza que me pidió escuchar: «Me gustaría cantar esta canción para la escena del Viaje a Arboria. ¿Puedo ponerla en la película? Yo le dije que sí. Y el me contestó: «No he escrito la música». Bueno. ¿Puedes cantarla? «Sí, yo puedo cantar». Yo le contesté entre risas:«Claro que sé que puedes cantar. ¡Todo el mundo sabe que puedes cantar!» Así que cantó ese pequeño trozo con esa divertida voz en falsete «aaaaaaa aaaaaaaaa….».

La gente no parece dar crédito sobre este aspecto de Freddie. Él es conocido como un fantástico artista pero también tocaba muchos instrumentos como el sintetizador, con mi amigo Brian Gascoigne, y también podía tocar el piano. Tenía un gran talento para componer música.

En esos 3 días de sesiones que estuve con el, me di cuenta de que era muy tímido y reservado. Algo que nunca sospecharías al verlo actuar. Su timidez llegaba hasta el punto de que me decía: «¿Puedo hablar contigo?»  ¡Sí, por supuesto que puedes hablar conmigo!

Conservo en mi casa, la partitura completa de aquel tema que hice con Freddie. El escribió los primeros 10 compases, era una melodía bonita, y yo escribí los otros 12. Con esto, le mostré cómo podía extender esa canción, añadiéndole una sección orquestal para la película, algo que le dejó muy satisfecho. Así que resultó ser un tema unido entre Freddie Mercury y Howard Blake. Es mi tema preferido de la BSO.

Flash’s Theme

También me llevé muy bien con Brian May, quien parecía otro líder del grupo. Una de sus ideas fue un tarareo para una especie de obertura. Mientras lo hacía, anoté todo en un papel manuscrito y luego lo toqué en el piano, algo que realmente le sorprendió. La verdad es que todos los componentes del grupo parecían estar fascinados, cuando escucharon las grabaciones orquestales.

Durante los días que estuve componiendo la música, tenía casetes con pistas de guitarra de Brian, en particular de una secuencia lenta de «notas que se desvanecen». En un momento, escribí esto en mi partitura y lo envolví con una gran tonalidad orquestal. Cuando llegué a la grabación, tenía el solo de guitarra de Brian en un audífono y dirigí la orquesta en sintonía, en torno a ese solo.

Puedo contar una historia muy divertida con Brian. Resulta que después de acabar de grabar toda la música del film, la película estuvo mucho tiempo en los estudios de edición, dándole forma y esas cosas. Y una vez finalizado aquello, Brian me llamó un día y me dijo: «Quiero que escuches una pista en concreto que tengo en el casete, para que nos digas si está bien.»

El inesperado salvador de Flash Gordon

Brian vivía muy cerca de mi, en Mortlake, prácticamente a la vuelta de la esquina. Entonces me dijo: «Me gustaría invitarte a casa, pero resulta que mi equipo de música no funciona bien. ¿Tienes algún reproductor de casetes?. Yo le comenté: «Pues, ahora no tengo ningún equipo de música en casa por el tema de los niños, excepto un pequeño conjunto con forma de Mickey Mouse que tiene mi hijo de 2 años, debajo de su cama. Creo que ese es el único reproductor de audio que tengo» Entonces Brian dijo: «Bueno, pues lo escucharemos ahí». Y le repliqué: «¿Pero, estás seguro de eso???

Total que Brian vino a casa, y allí encontramos el pequeño reproductor de Mickey Mouse. Funcionaba correctamente, pero tenía un cable eléctrico de un solo pie (30 cm). Así que tuvimos que tumbarnos debajo de la cama del pequeño, y escuchar ahí toda la BSO de Flash Gordon al completo, ¡acercando nuestras orejas a ese cacharrito de Mickey Mouse!

Era realmente surrealista que tuviéramos que escuchar el resultado final de una película que costó alrededor de 50 millones de dólares, ¡en un aparatito de Mickey Mouse! Una pena que ese reproductor desapareciera, hace ya mucho tiempo. Ojalá pudiera encontrarlo, ¡jajajajajaja! (muchas risas).

En fin, me llevé muy bien con los miembros de Queen, y en general las sesiones fueron divertidas, además de sonar fantásticamente.»

Un clásico inolvidable

No quisiera acabar sin agradecerle a mi padre, el hecho de que pudiera conocer este clásico film ochentero con su fantástica BSO. Él había crecido con el cómic del mítico personaje de Alex Raymond, razón por la que grabamos la película en su primer pase en televisión española, allá por Diciembre de 1988. Todavía conservo en VHS, aquella grabación con la que tanto disfruté, cuando estaba cerca de cumplir los 8 años. Gracias a aquella emisión, esta película se convirtió en una de las más recordadas de mi infancia.

Era realmente pegadizo y genial el tema de inicio, con aquel inolvidable pum, pum,pum, pum… Y me pareció angelical la voz de Freddie, en el puente de la canción que cantaba con Brian, cuando «las notas se desvanecen». Un mágico instante, donde se podían leer los nombres de Queen y de Howard Blake.

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