De las canciones más sentidas y sobrecogedoras del cuarteto británico. Perteneciente al disco Innuendo (1991), el último que se publicó con Freddie Mercury aún con vida.
Cuando Brian May escribió esta canción, hoy en día sabemos qué significado tenía. Por aquel entonces, 4 de febrero de 1991, era una especie de confesión de secreto que se quería preservar por todos los medios posibles.
El hecho de pensar que Mercury ya conocía que estaba próximo al trágico fin de su vida da aún más dramatismo, veracidad y, una vez más, una lección de vida por parte de una persona que defendió y amó su profesión hasta su último aliento.
Casi nada paró a Freddie, pero nada paró el show. Este vídeo es muestra de ello.
Sólo 30 segundos bastan para transmitir agilidad, melodía y emoción desgarrada a través de la guitarra como parte de Red Special Experience, la iniciativa que Juanjo Tristán está llevando a cabo para entregar el sonido de la auténtica guitarra de May a todos los fans de Queen. Sin duda, el sonido de la Old Lady tiene heredero natural y está en España.
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