Brian May, el legendario guitarrista de Queen, volvió a ser invitado por el joven Benson Boone en un concierto en el O2 Arena de Londres.
La noche del 4 de noviembre en el O2 Arena de Londres se convirtió en un momento inolvidable para los amantes de la música cuando el legendario guitarrista de Queen, Brian May, se unió al escenario con el joven cantante estadounidense Benson Boone durante su gira «American Heart World Tour».
Esta colaboración inesperada fusionó generaciones de rock y pop contemporáneo, dejando al público extasiado y generando un revuelo inmediato en las redes sociales.
Boone, de 23 años, conocido por éxitos como «Beautiful Things» y su ascenso meteórico en plataformas como TikTok, estaba en su segunda de tres presentaciones en el icónico venue londinense. Hacia el final del show, el artista sorprendió a la audiencia al invitar a Brian May, de 78 años, para una interpretación conjunta de «Bohemian Rhapsody», el himno inmortal de Queen.
La química entre ambos fue evidente: Boone, con su voz potente y emotiva, complementó el solo de guitarra icónico de May, quien no escatimó en energía a pesar de su edad.
Esta no es la primera vez que May y Boone se cruzan. Anteriormente, habían colaborado en el festival Coachella, pero esta aparición en vivo marcó un «reencuentro» épico, como lo describió Boone en sus redes: «¡Adivinen quién está de vuelta!».
El O2 Arena, con capacidad para 20.000 personas, estalló en aplausos y coros, con vídeos del momento viralizándose rápidamente en Instagram y TikTok.
Sueño hecho realidad
La participación de May no solo elevó el concierto de Boone, sino que también resaltó el legado perdurable de Queen en la música actual. Boone, quien ha citado a la banda como influencia, expresó su gratitud: «Compartir el escenario con una leyenda como Brian es un sueño hecho realidad».
Para May, conocido por su activismo animalista y su carrera científica, esta colaboración demuestra su vigencia en la escena musical, atrayendo a nuevas audiencias.El setlist de Boone incluyó sus mayores éxitos, pero este dúo fue el clímax indiscutible.
Con entradas agotadas para las noches restantes, este evento refuerza el estatus de Boone como una estrella en ascenso y el de May como un ícono eterno. Sin duda, una noche que pasará a la historia de la música en Londres.
