Cómo Freddie Mercury se negó a que el VIH ensombreciera su arte

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En febrero de 1991 Queen lanzaba ‘Innuendo’, un retorno a sus raíces que guardaba un poderoso secreto.

Para Queen, 1991 comenzó mejor que bien. Por entonces, la banda estaba celebrando el 20 aniversario de su carrera, en una trayectoria que había visto las idas y venidas de muchos compañeros de profesión de la década de los 70.

Queen también acababa de firmar un nuevo contrato con la emergente compañía de discos estadounidense y propiedad de Disney, Hollywood Records; el cual no solo incluía el lanzamiento de su nuevo álbum, sino la reedición de toda su discografía.

Habiendo conquistado el resto del mundo, Queen parecía listo para regresar a América, donde la banda gozó de una creciente popularidad durante gran parte de los años 80, gracias a los éxitos cosechados con “Crazy Little Thing Called Love” y “Another One Bites the Dust”.

Pero toda esta algarabía fue atenuada por un asunto mucho más serio que solamente la banda y sus más allegados conocían: El carismático cantante de Queen estaba enfermo después de que fuera diagnosticado como VIH- positivo en algún momento a finales de los años 80.

Guardando celosamente el secreto de su enfermedad de los curiosos ojos de los medios de comunicación y de la gente en general, Mercury se esforzó en componer el mayor número de canciones posibles mientras siguiera con vida. El resultado fue Innuendo, el álbum número 14 de Queen y que vio la luz por primera vez el 4 de febrero de 1991.

Innuendo
Portada del álbum Innuendo, de 1991.

A día de hoy, es de sobra conocido por todos que este fue el último álbum grabado por la banda, en vida de Mercury antes de que muriese de SIDA a finales de ese mismo año, concretamente el 24 de noviembre. Co- producido por Queen y David Richards, Innuendo fue considerado como una vuelta a las raíces del grupo después de una época de álbumes con predominio “popero” durante la década anterior. Con un gran drama inundando sus vidas, el hecho de que Innuendo fuera concluido fue algo increíble.

Si echamos la vista atrás, fue muy extraño que Queen —  Mercury, Brian May, Roger Taylor y John Deacon—  rehusase realizar una gira para promocionar el álbum The Miracle en 1989; más aún cuando la banda siempre realizaba una gira para dar a conocer sus nuevos trabajos.

Con su característico bigote afeitado, el normalmente robusto rostro de Mercury aparecía demacrado en algunos de los vídeos promocionales de la banda para The Miracle y también en sus apariciones públicas. Su apariencia física fue motivo de especulación por los periódicos de Reino Unido, que le achacaban problemas de salud.

“Freddie me dijo que era seropositivo antes que a sus compañeros de la banda”, dijo Jim Beach, manager de Queen, en el documental sobre el grupo de 2011: Days Of Our Lives. “Y esto me puso en una situación muy complicada, porque me dijo que no quería que se lo dijera a la banda. Así que, me encontraba allí, dirigiendo un grupo, sabiendo algo que tendría una importancia crucial para ellos, pero que no podía revelarles”.

“Tan pronto como supimos que Freddie estaba enfermo,” declaró Brian May a la revista MOJO en 1999, “nos pegamos a él como un caparazón protector. Mentimos a todo el mundo, incluso a nuestras familias, porque no queríamos que el mundo se entrometiese en su lucha. Solía decir: “No quiero que la gente compre nuestros puñeteros discos por pena”. Todos estábamos muy unidos”.

Queen Innuendo

Tras el lanzamiento de The Miracle, Mercury estaba convencido de continuar haciendo música. Sin una nueva gira en el horizonte, la banda regresó a los Mountain Studios en Montreux, Suiza, para grabar lo que se convertiría en el álbum Innuendo.

De acuerdo al libro editado en 2011, 40 Years of Queen, el proceso de creación del álbum en el estudio, giró en torno a la salud de Mercury por entonces. En entrevistas posteriores, los miembros restantes de Queen destacaron la fortaleza del cantante durante esa época. “Cuánto más enfermo se encontraba Freddie”, declaró Roger Taylor en Days Of Our Lives, “más se acrecentaba su necesidad de grabar, de obligarse a hacer algo, y de tener un motivo para levantarse todos los días. Y esto lo hacía habitualmente. Así que realmente fue un periodo de trabajo frenético”.

May no recuerda haber escuchado a Mercury quejarse nunca sobre su situación. “Ya sabes, Freddie debilitándose a causa de esa horrible enfermedad”, dijo, “incluso le resultaba difícil mantenerse en pie la mayor parte del tiempo. Se tomaba un par de tragos de vodka y volvía a la mesa de mezclas, cogía su micrófono y continuaba”.

Lo que vio la luz en febrero de 1991 fue un álbum que conservaba el sello de los mejores álbumes de Queen de los años setenta; rock progresivo y elementos dramáticos y teatrales – ingredientes que parecían ausentes en los trabajos de la banda en los años ochenta. Incluso la portada de Innuendo, que contenía ilustraciones del siglo XIX del artista francés Grandville, era un puente de conexión al pasado.

De igual modo, el solemne y dramático título de la canción –Innuendo– de seis minutos de duración que recuerda a “Kashmir” de Led Zeppelin y hasta cierto punto a la propia “Bohemian Rhapsody” de Queen lo era. Con solemnes letras sobre la vida y la sociedad (“Si hay un Dios o cualquier tipo de justicia bajo el cielo”) – por no mencionar una aparición de Steve Howe de “Yes” a la guitarra española – el título de la canción era diametralmente opuesto a otras canciones que abrían álbumes anteriores (Staying Power, Radio Ga Ga, One Vision).

Innuendo fue el primer single del álbum, y aunque contaba con pocas opciones de emitirse en la radio, consiguió llegar al número uno en las listas británicas.

“Creo que Innuendo es una de esas cosas que, o bien tienen un gran éxito o se quedan en nada”, dijo May cuando se lanzó el álbum. “Teníamos las mismas sensaciones que con Bohemian Rhapsdoy, con esta canción. Es un riesgo porque mucha gente podría decir ‘es muy larga, muy pesada, no queremos ponerla en la radio’. Creo que en ese caso la canción estaría acabada. O por el contrario, podría pasar que la gente dijese, ‘Esto es interesante, nuevo y diferente y le daremos una oportunidad'”.

Otras pistas del álbum como la exótica con tintes de gospel “All God’s People”; la caprichosa “I’m Going Slightly Mad” influenciada por Noel Coward; y la deslumbrante combinación de voz y guitarra de “Bijou” podrían haber encajado muy bien en los primeros álbumes de Queen en los años setenta.

La rockera y enérgica “Headlong” -una canción que originalmente iba a ser incluida en el álbum en solitario de Brian May “Back To The Light”– tuvo una intensidad similar al primer single de Queen “Keep Yourself Alive”, de 1973. Al mismo tiempo, Innuendo demuestra la increíble capacidad de la banda para desenvolverse en otros estilos, desde la rockera y funk “I Can’t Live With You”, al potente heavy metal de “The Hitman”.

“Hemos sido unos eruditos de nuestro tiempo y hemos innovado”, declaró Roger Taylor en la presentación de Innuendo. “Cada vez que hemos intentado innovar, la gente ha empezado a protestar y a quejarse un poco. Creo que lo que la gente realmente quería en cierto modo, es que retornásemos a nuestros orígenes y en este disco tratamos de hacerlo. Es una especie de continuación de ‘The Miracle’, pero que es menos pop. Creo que es más rico y profundo”.

Queen Headlong

“El nuevo álbum es magnífico”, dijo May entonces. “Creo que es el mejor tras mucho tiempo. No hay nada de lo que me avergüence… Es un álbum del que me siento orgulloso, y puedo escucharlo sin ningún problema. Me gusta mucho”.

Pero la cosa más significativa de Innuendo fueron las letras, las cuales eran más maduras y reflexivas que en anteriores álbumes de Queen -aunque esto no se hizo evidente hasta la muerte de Mercury, de ahí lo apropiado del título del álbum-. Las letras (era la segunda vez que los cuatro compartían los créditos en un álbum de Queen) estaban directa o indirectamente influenciadas por el estado de salud de Mercury.

Las canciones de Innuendo trataban de temas tan serios como la mortalidad; vivir la vida al máximo, afrontar los retos (“Ride The Wild Wind”); y dejar marchar (“Don’t Try So Hard”). La reveladora canción de Taylor “These Are The Days Of Our Lives”, cuyo clip de acompañamiento fue la última aparición de Mercury en vídeo, es una nostálgica balada que en cierto modo es una autobiografía de la banda.

“Estaba literalmente sentado en casa, en modo reflexivo”, declaró Taylor a Absolute Radio en 2011, “y empecé a ser consciente de que Freddie estaba enfermo. Y creo que esa melancolía que me invade ocasionalmente me dio la idea para la canción. Supongo que solamente estaba tratando de ser un poco optimista. ‘Aquellos fueron y son los días de nuestras vidas’. Realmente, el presente es más importante que el ayer”.

El tema final “The Show Must Go On”, es sin duda la canción más emotiva y potente de Innuendo -utiliza una divertida metáfora para expresar el mensaje de que nadie debe rendirse-. Nadie sabe que pasaría por la mente de Mercury mientras cantaba versos como “¿Alguien sabe realmente por qué vivimos?”, “Pase lo que pase, no me rendiré” y “Mi corazón se quiebra / Se me agrieta el maquillaje”. Esta emotiva canción fue una triunfal declaración del espíritu humano, incluso el repetido “continúa, continúa, continúa…” (go on, go on, go on…) esconde un inquietante misterio.

“Mucha gente piensa que Freddie fue el autor de “The Show Must Go On”, pero principalmente fue obra mía”, dijo May veinte años después. “Hice una demo completa de “The Show Must Go On” incluyendo la parte aguda, ‘on with the show’. Freddie siempre solía decir, ‘¡Oh Brian, haces que me duela la puñetera garganta horrores de nuevo!”. Recuerdo disculparme anticipadamente por ello. Le decía ‘Lo he hecho en falsetto, no sé si es posible cantarlo muy alto. Obviamente sería genial que lo pudieras hacer'”.

Innuendo

“Y decía, ‘Oh, por el amor de Dios, ¡hagámoslo!’… y cantó los versos de una manera sorprendente llegando a las notas más altas de una sola vez. Alcanzaba tonos que nunca antes había alcanzado. Sacaba la energía de lugares insospechados. Y su voz en “The Show Must Go On” es increíble. Nunca he escuchado a nadie cantar así en toda mi vida. Aceptaba cualquier reto por duro que fuera y lograba cosas que nunca antes había logrado”.

Mientras M.C. Hammer, Vanilla Ice y Sinead O’Connor estaban de moda en 1990, Innuendo mostraba que Queen seguía estando en la cumbre de su creatividad musical a pesar de ser un grupo que cumplía su tercera década junto. El hecho de que todos los miembros hicieran piña alrededor de su cantante revitalizó la banda. Además de la correcta técnica de Deacon y Taylor al bajo y batería, respectivamente, May aportó el toque explosivo, desgarrador y rockero de su guitarra a muchas canciones del álbum, destacando “Headlong” y “Bijou”.

Sin embargo, lo que realmente destacó en el álbum fue la poderosa voz de Mercury, que en vez de apagarse por su enfermedad, resurgió con más fuerza. Sólo sus compañeros de la banda y a lo mejor algún fan con alta sensibilidad auditiva podrían detectar que la voz del cantante sonaba más grave en Innuendo -pero como dijo Taylor, “rompe las notas”. El hecho de que esta poderosa voz emergiese de un hombre gravemente enfermo mitifica más al cantante.

“Podría haberse rendido a las primeras de cambio y desaparecer… pero no lo hizo”, dijo el teclista y colaborador de Mercury Mike Moran en el documental del año 2000 ‘Freddie Mercury: The Untold Story’. “Es tan sólo un ejemplo más de lo increíblemente valiente que era. Estuvo trabajando muy duro hasta que literalmente no pudo más”.

The Miracle

Las críticas de Innuendo en su lanzamiento fueron generalmente positivas, aunque no brillantes, quizás indicativo de que los críticos no aprobaban parte de la carrera de la banda. En una entrega de tres tomos publicada en la revista Rolling Stone el 7 de marzo de 1991, Chuck Eddy escribió: “Así que decir que el álbum Innuendo es el mejor álbum de la banda desde The Game, de 1980, quizá sea decir demasiado -sin embargo, no se puede obviar que es un excelente trabajo”.

En contraposición, Jim Farber le dio al disco una pésima nota en su crítica del 15 de febrero de 1991 para el Entertainment Weekly: “Oh, es pomposo y tonto, perfecto. Pero, ¿dónde está lo divertido? Difícilmente puedo recordar una sola melodía; no dejan de ser viejas glorias viviendo de su pasado. Las nuevas canciones son gritos desesperados y sin gancho”. Farber también escribió: “Quizás Innuendo no sea tan terrible como esperas, pero sin más, es horripilante”. Sería interesante saber cómo hubiesen sido las opiniones si los críticos musicales hubiesen conocido la enfermedad de Mercury entonces.

Mientras se convertía en un éxito comercial en Reino Unido, Innuendo solamente alcanzó el número 30 en la lista Billboard americana, continuando la sequía habitual desde los años ochenta (aún así, alcanzó el disco de oro). No fue Innuendo el que hizo que el éxito de Queen retornase a América -ni siquiera la muerte de Mercury-, sino la película ‘Wayne’s World’ en la que aparecía la canción “Bohemian Rhapsody”. La reedición de tal canción en 1992 elevó a la banda al número 2 en la lista de singles americana, teniendo más éxito que dos décadas antes con el lanzamiento original.

Aunque las sesiones de Innuendo habían finalizado, Mercury continuó haciendo más música. Instó a la banda a seguir proporcionándole material para cantar y que luego ellos pudieran terminarlo. “Freddie tan solo dijo, ‘Quiero seguir trabajando, quiero mantenerme ocupado hasta que me caiga al puñetero suelo'”, dijo May según se relata en el libro “Is This The Real Life?” de Mark Blake. Mercury fue capaz de grabar la voz para tres canciones  — “Mother Love”, “You Don’t Fool Me” y “A Winter’s Tale” —  antes de morir el 24 de noviembre de 1991, un día después de hacer público que padecía SIDA. Esas canciones y otro material recuperado de sesiones anteriores se finalizaron por la banda en el estudio, editando en 1995 el álbum “Made In Heaven”.

“Fue un hombre generoso, un hombre adorable, y a veces impaciente”, dijo May en ‘Days Of Our Lives’, “pero dedicado en cuerpo y alma a lo que él pensaba que era importante, es decir, hacer música”.

En cuanto a Mercury, podríamos escribir libros enteros sobre cómo su indomable espíritu quería seguir grabando música incluso en circunstancias en las que su vida corría peligro. Desde su muerte ha habido notables ejemplos de otros artistas que también han creado una música sin precedentes cuando estaban cerca de la muerte: Warren Zevon, Johnny Cash, y más recientemente David Bowie, quien colaboró con Queen en el exitoso “Under Pressure”.

Aunque ciertamente no existen palabras para definir a una banda de rock de pompa teatral y excesos durante los años setenta, las palabras “sentimiento” y “místico” realmente resumirían la riqueza musical del álbum ‘Innuendo’, que ocupa un lugar privilegiado junto a los álbumes ‘Queen II’ y ‘A Night At The Opera’, incluso después de décadas es imposible escuchar ‘Innuendo’ y no pensar en su trágico fondo y en las preguntas que plantea: ¿Qué hubiese sido de la banda si Mercury aún estuviese vivo? ¿Hubiesen tenido los álbumes siguientes el renacimiento creativo de Innuendo? y ¿Qué canciones del álbum hubiesen interpretado en directo?

Finalmente, si apartas el halo de tristeza que envuelve a ‘Innuendo’, tienes en tus manos toda una lección de vida. En medio del sentimiento de desesperanza en las letras de ‘Innuendo’, Mercury también ofreció una nota de optimismo en la misma canción:

“Sí, seguiremos sonriendo, y lo que tenga que ser, será”

| Traducción y adaptación al castellano por Rosalina Martín de la nota original de David Chiu publicada en cuepoint.

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