Brian May: Yo, mi padre y ‘the old lady’

Cuando Brian May era un adolescente, él y su padre construyeron su propia guitarra eléctrica, la Red Special, es la única que ha tocado en cada álbum de Queen y tiene su propio guardaespaldas durante las giras.

Estamos en 1963, y en contra del contexto de la escena del emergente rock ‘n’ roll, un adolescente loco por la guitarra está pululando por la casa con su padre intentando construir una guitarra eléctrica. 50 años después, ese tímido adolescente se ha transformado en Brian May, el “Dios de la guitarra” en el corazón de una de las mayores bandas de rock del mundo, Queen. Y su guitarra artesanal – la Red Special – que nació del hobby compartido por padre e hijo, ha alcanzado un estado icónico.

Es la Red, o “the old lady” como Brian la llama cariñosamente, la que puedes escuchar en todos los álbumes de Queen y la que toca en todos los conciertos. Fue la guitarra con la que interpretó el himno nacional inglés desde el tejado del Palacio de Buckingham en 2002 con motivo del Jubileo de Oro de la Reina. En las giras dispone de su propio guardaespaldas, tiene dedicada una página de la Wikipedia y se ha convertido en marca registrada, Brian May Guitars, produciendo réplicas asequibles.

Ahora, para conmemorar el 50 aniversario de la Red y para el deleite de todos los frikis de la guitarra, May la ha deconstruido en un nuevo libro que detalla cada tornillo, muelle y herramienta que él y su padre usaron.

Pero en un plano más profundo, y esto es importante para Brian, al relatar cómo se hizo, revela por primera vez la naturaleza de la estrecha y compleja relación que tuvo con su padre.

Han pasado más de 20 años desde la muerte de su padre, pero cuando hablamos, May se encuentra todavía visiblemente emocionado, recordando su precioso tiempo en ese taller. “Yo era hijo único y crecía bastante protegido en nuestra pequeña casa en Feltham, Middlesex. Papá era un ingeniero electrónico y durante la guerra sirvió en la Royal Air Force en donde conoció a mi madre, Ruth, que estaba en la WRAF”.

“Después de la guerra se casaron. Llegué yo y él consiguió un trabajo desarrollando el sistema de aterrizaje del Concorde. Papá podía hacer cualquier cosa. Convirtió nuestro dormitorio de invitados en un taller donde hizo todos nuestros electrodomésticos, incluyendo nuestra televisión”.

May dice que era muy bueno en la escuela, aprobando los exámenes con excelentes calificaciones. Su pasión por la música le fue inculcada por su padre quien tocaba el piano y el banjolele de oído.

“Pero yo quería desesperadamente una guitarra, así que cuando tenía siete años, mamá y papá ahorraron para comprarme una guitarra acústica – que todavía conservo – y él me enseñó los acordes en su banjolele. No pasó mucho tiempo antes de que yo electrificara la guitarra conectándola a un amplificador casero. A los 16 años, estaba desesperado por una guitarra eléctrica adecuada, pero no había manera de que nos la pudiéramos permitir, así que papá y yo empezamos a construir una”.

El sueño de Brian era un instrumento que le pudiese “hablar” y “retroalimentarlo de buena manera”, como había visto hacer a su héroe Jimi Hendrix. Y Harold consiguió que eso sucediera, ayudándole a crear los tonos y sonidos únicos que han definido su estilo musical.

Brian May de vacaciones con sus padres.

“Necesitamos dos años para terminarla y estaba fabricada artesanalmente,” -dice- “usando cualquier material que pudiésemos trabajar manualmente. El cuello era parte de una vieja chimenea. Tallamos los marcadores del diapasón con botones de madre perla y el brazo del trémolo se hizo utilizando un soporte de cesta de bicicleta, ¡rematado con la punta de una de las agujas de tejer de mi mamá!”.

“Fue una época especial y realmente nunca discutimos. Aunque papá soltó sapos y culebras por la boca después de que el cincel se le resbalase y agujerease un gran trozo de madera. Nunca se lo perdonó, era extremadamente perfeccionista. En aquel momento no teníamos ni idea del papel tan importante que jugaría la Red (llamada así por el color de la madera con la que estaba hecha) en mi vida – pensé que simplemente pasaría un buen rato tocándola en casa”.

Irónicamente, no podrían haber previsto que el proyecto que alimentó la pasión de May por tocar la guitarra eléctrica también terminaría por separarlos. Fue mientras estudiaba para su doctorado en astrofísica en Londres donde conoció a Freddie Mercury y nació Queen.

“Papá se sintió mortificado cuando elegí la banda en vez de terminar mi doctorado. Pensó que estaba tirando mi educación a la basura. Pero, al final, la llamada de la música fue demasiado difícil de resistir – especialmente cuando nos ofrecieron salir de gira con Mott the Hoople”.

“Cuando Queen estaba despegando no hablamos durante casi dos años. También odiaba el hecho de que yo estaba viviendo con una mujer, que resultó ser mi primera esposa, Chrissie. Pensó que era inmoral. Yo no podía entenderlo. Parecía que había un gran conflicto dentro de papá. Por un lado, estaba muy en sintonía con mi música – después de todo, me ayudó a construir la Red – pero por otro lado, no podía aceptar mi vida de estrella de rock”.

La grieta entre ambos tuvo un efecto devastador sobre la salud de su madre ya que ella trataba desesperadamente de mediar entre ellos. “Esto la condujo a una crisis nerviosa. Yo heredé la terquedad de mi papá y ella no podía conseguir que cualquiera de los dos cediera. Todavía lamento que yo no fuese más conciliador, pero papá y yo éramos demasiado parecidos”.

Madison Square Garden, Nueva York, 1977.

El punto de inflexión se produjo cuando Queen tocó en el Madison Square Garden de Nueva York en 1977.

“Monté a mis padres en el Concorde – en el cual mi padre había trabajado, pero nunca pudo darse el lujo de volar – para ver lo que pensaba. Llegaron con Chrissie y nuestro bebé, Jimmy. Los alojé en un hotel, y les dije que ordenasen lo que quisieran al servicio de habitaciones; después del concierto, papá estrechó mi mano y dijo ‘Ok, hijo, ahora lo entiendo’. Ese fue un momento crucial para mí – necesitaba desesperadamente su aprobación”.

Conmovedoramente, fue mucho más tarde cuando May se enteró de que había una razón subyacente para disgusto inicial de su padre por su estilo de vida.

“Papá me confesó que cuando salió de la RAF, le hubiese gustado haber despegado y unirse a una banda. Pero yo venía en camino y necesitaba la seguridad de un empleo. Me di cuenta entonces de que había encontrado difícil aceptar mi elección porque era el sueño que él se había visto obligado a rechazar”.

Brian May y la Red Special.
Brian May y la Red Special.

Su padre también se las arregló para mantenerlo al margen de las batallas financieras que había enfrentado a lo largo de su vida.

“De niño, no me daba cuenta de que éramos realmente pobres. Cuando descubrí que mi padre aún estaba tratando de pagar la hipoteca, siendo ya muy mayor, simplemente lo hice por él. Pero no se sintió cómodo con ello y me dijo que pensaba que había fracasado porque yo ganaba en una noche, más de lo que él ganó en toda su carrera. No es cierto – era maravilloso”.

“Papá murió de cáncer en 1991 [el mismo año que Freddie], sólo tenía 66 años, estaba realmente en forma y no bebía. Pero fumaba 40 cigarros al día y eso fue lo que le mató”.

Mientras que Brian se encontraba todavía en estado de shock tras la muerte de su padre, su madre dejó caer otra bomba. “Mamá me contó que tuvieron una relación difícil. Pero cuando era niño yo lo ignoraba, sentía mi casa como un hogar amoroso y seguro. Ella sentía que vivía sólo para y por papá, como las esposas hacían en esos días. Mamá miró por sí misma más tarde, consiguiendo un trabajo en una farmacia y convirtiéndose en una persona increíblemente sociable”.

“Pasé 10 maravillosos años con mamá hasta que murió repentinamente a los 76 años de un aneurisma. Desearía que ambos siguieran aquí, especialmente para celebrar el 50 cumpleaños de la Red. El lema de papá era ‘Si algo merece la pena, vale la pena exagerarlo’. ¡Ciertamente eso fue lo que hicimos con Queen!”.

“Espero que esté orgulloso. Desde que murió, me he convertido en una persona que trata de marcar la diferencia en el mundo, y no sólo a través de la música. Creo que él sonreiría, asentiría con la cabeza y diría: “Sí, hijo, has hecho lo correcto”.

• Brian May’s Red Special: ‘The Story of the Home-Made Guitar that Rocked Queen and the World’ por Brian May y Simon Bradley está editado por Carlton Books.

Fuente: theguardian. Traducción y adaptación al castellano por Rosalina Martín González.

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