
El 2 de julio de 1971, Queen dio un paso crucial en su ascenso al estrellato con el primer concierto que incluyó a John Deacon como bajista, en un college de Surrey.
Este evento marcó la consolidación de la formación clásica de la banda, compuesta por Freddie Mercury, Brian May, Roger Taylor y Deacon, quienes juntos forjarían una de las trayectorias más legendarias del rock.
John Deacon, un joven de 19 años, se unió a Queen tras varias audiciones, impresionando por su destreza musical y su personalidad reservada, que equilibraba la energía explosiva de sus compañeros. Aquel concierto, ante un público modesto, fue una prueba de fuego para Deacon, quien demostró encajar perfectamente en la dinámica del grupo. El repertorio incluyó temas tempranos como “Son and Daughter” y “Jesus”, junto con versiones de rock clásico, mostrando la versatilidad que caracterizaría a Queen.
Aunque no hay grabaciones oficiales de este concierto, los relatos de la banda destacan la química inmediata entre los miembros. Freddie Mercury, con su carisma innato, lideró el escenario, mientras que la precisión rítmica de Deacon y Taylor, junto con los riffs de May, sentaron las bases del sonido distintivo de Queen. Este debut fue más que un concierto: fue el comienzo de una era.
El impacto de John Deacon en Queen trascendió su rol como bajista. Su talento como compositor daría frutos en clásicos como “Another One Bites the Dust”. Aquel 2 de julio de 1971, en un pequeño escenario londinense, nació la formación que conquistaría el mundo, dejando un legado imborrable en la música.