
La película Bohemian Rhapsody (2018), que narra la vida de Freddie Mercury y la trayectoria de Queen, fue un éxito mundial, pero su rodaje estuvo lleno de desafíos.
Rami Malek, quien interpretó magistralmente a Mercury y ganó un Oscar por su actuación, enfrentó momentos particularmente difíciles durante la producción. Uno de los peores, según sus propias palabras, estuvo relacionado con las tensiones detrás de escena y el despido del director original, Bryan Singer.
Malek ha hablado en entrevistas, como en Screen Daily, sobre cómo el rodaje fue “muy difícil y complicado” debido a las ausencias de Singer, quien fue despedido por 20th Century Fox a pocas semanas de concluir la filmación.
Singer dejó de presentarse en el set tras un receso por Acción de Gracias, lo que obligó al equipo a improvisar bajo presión. El director de fotografía, Newton Thomas Sigel, tuvo que dirigir algunas escenas antes de que Dexter Fletcher asumiera el control para finalizar la película.
Este caos generó un ambiente de incertidumbre, y Malek sintió la responsabilidad de mantener al elenco y al equipo unidos para honrar la memoria de Mercury.
El actor destacó que, en medio de estas dificultades, tuvo que asumir un rol de liderazgo. En sus palabras, nunca se sintió “más líder” que en ese set, donde buscó asegurarse de que el proyecto no se descarrilara. La presión de encarnar a una figura tan icónica, combinada con los problemas logísticos y creativos, hizo de este período uno de los más desafiantes de su carrera.
Sin embargo, Malek canalizó esa adversidad para fortalecer su interpretación, inspirándose en la resiliencia de Mercury: “¿Qué haría Freddie?” se convirtió en su mantra.
Fenómeno global
A pesar de los contratiempos, el compromiso de Malek y la llegada de Fletcher permitieron que Bohemian Rhapsody se completara y se convirtiera en un fenómeno global, recaudando más de 910 millones de dólares y ganando cuatro premios Oscar.
Este episodio, aunque doloroso, demostró la capacidad de Malek para superar obstáculos y consolidó su reputación como un actor dedicado y carismático. Como él mismo reflexionó, la experiencia forjó amistades duraderas entre el elenco y un sentido de familia que reflejó el espíritu de Queen.