Brian May habla sobre John Lennon

No me dejaron ir a ver a los Beatles en concierto cuando era niño. Mis padres pensaban que a los conciertos de pop asistía gente inadecuada. Así que nunca llegué a ver en vivo el fenómeno más grande del siglo XX. Pero desde el momento en que escuché  ‘Love Me Do’  en la radio, sabía que este grupo de jóvenes era mágico… que expresaban toda mi alegría y anhelos ocultos de cuando era un adolescente que luchaba por abrirse camino en el mundo en los años 60.

Es imposible dudar que la combinación de ellos cuatro era única, una pieza de magia en un  millón, el grupo de rock perfecto para inspirar a todos los grupos de rock, y reescribir el  marco no sólo de la música popular, sino de toda la cultura de los jóvenes.

Pero, con el paso del tiempo, se hizo evidente que John Lennon estaba en el corazón de este poder  impresionante. De pie junto al genio melódico de su amigo Paul McCartney, el fuego espiritual emergente de George Harrison y, sin duda, el baterista más original de su época, Ringo Starr, fue el acertado Lennon quien mantuvo a los Beatles firmemente fuera de lo habitual y en los extremos de la creatividad peligrosa.

No hay suficiente espacio aquí como para cerrar la crónica de todas las obras maestras de Lennon, pero echa un vistazo a ‘Tomorrow Never Knows’, ‘Lucy In The Sky With Diamonds’,  y después ‘I Am The Walrus’ y ‘Strawberry Fields Forever’, entonces dime si no pierdes el aliento después de escuchar estas piezas… Nunca se ha creado nada como estas obras en toda la  historia.

Lennon, de ser un adolescente francamente menos que glamoroso con el pedacito de una  viruta en su hombro, se desarrolló en el individuo más “cool” en la tierra.

Él era lo suficientemente “cool” como para escribir la canción adolescente más grande, ‘I Want To  Hold Your Hand’; abrazar la psicodelia y hacerla musicalmente válida; dejar a los Beatles cuando sentía que todo se había convertido en un juego poco profundo que ya no quería jugar; y luego poner todo su ser en la promoción de la paz en su trabajo en solitario, produciendo casi con toda seguridad el más grande, más atrevido y personalmente revelador álbum en solitario jamás realizado, incluyendo canciones como ‘Jealous Guy’, el discurso que revela el alma en ‘God’ y el himno inmortal para la humanidad, ‘Imagine’.

Para todos los músicos posrevolucionarios (si podemos decirlo) – concluyó – Lennon fue, es y siempre será el más grande. No tengo nada más que añadir.

BRIAN MAY

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